Tras sorprender
a todos con District 9, el director Neill
Blomkamp se embarca en esta Elysium,
una cinta futurista de acción y aventuras con tintes de denuncia social en la
que narra cómo en un futuro cercano el planeta se colapsa debido a la
superpoblación y las enfermedades dando lugar a que los ricos decidan
trasladarse a la elitista Elysium,
una estación espacial que orbita la Tierra y desde la que observan como el
resto de la humanidad se consume en la miseria. Hasta que, claro está, surja el
héroe que ponga fin a este nuevo apartheid. Gran punto de partida ¿verdad?
Lástima que cayera en las manos equivocadas.
Porque Elysium resulta una tremenda decepción.
Partiendo de una premisa interesante el director y guionista consigue no ya
solo cargarse la credibilidad de ese pretexto sino sumir al espectador en un
estado de vergüenza ajena constante mientras intenta decidir qué película está
narrando, una aventura de ciencia ficción, un drama social de corte futurista,
un blockbuster de acción. Al final tan solo queda un pastiche sin identidad
dividido en tres actos claramente diferenciados: 1º introducción, 2º nudo y 3º desenlace
pero que aquí denominaremos 1º suspensión de la credibilidad, 2º ¡Deja la cámara
tranquila ya! y 3º ¿en serio?
En el primer
acto, probablemente el mejor, nos sitúan en ese improbable futuro donde vemos
una sociedad en decadencia bajo una suerte de férrea ley marcial ejecutada por
el robótico brazo de la ley. Desde el principio sabemos que algo va mal ya que
la situación a la que se abocó la humanidad y la construcción de un hábitat
como Elysium son claramente
incompatibles, menos aún en el margen de tiempo que marca el director. Pero
consentimos porque el espectáculo no ha hecho más que comenzar y no es cuestión
de ponerse tiquismiquis. La injusticia social, el drama humano es palpable, la
desigualdad llevada a sus más extremas consecuencias en un ejercicio de
denuncia social de baratillo con discurso político maniqueo, pobremente
desarrollado y peor ejecutado. Cualquiera que sea rico es más malo que baladre,
sin excepción, sin dobles lecturas, son malos de opereta. Cualquier pobre es,
por definición, bueno. Pero volvemos a hacer de tripas corazón e intentamos
disfrutar.
En el segundo
acto nuestro protagonista da inicio a lo que yo denomino un “corre corre que te
pillo” futurista que tan de moda pusieron cintas como Minority Report, Infiltrado o Paycheck,
el héroe perseguido por todos. Tiroteos, persecuciones, un surtido de armas más
propio de un videojuego y la presentación del villano, un personaje tan pasado de
vueltas que se nota como un postizo de serie B en una película a la que no
pertenece. Para este momento de la película ya estamos claramente mareados por
el uso y abuso de la dichosa cámara al hombro con tendencia a la epilepsia y
empezamos a plantearnos serias dudas sobre el destino del argumento que empieza
a amenazarnos con meternos corazón a zapatazos. Pero lo mejor está por llegar.
El acto final
comienza con un diálogo entre el personaje de Matt Damon y el de Wagner Moura
que, sencillamente, debería entrar en el libro record de los diálogos más
tontos y torpes de la historia (y que no desvelaré para no chafar la trama al
incauto que se acerque a una sala de cine). El objetivo de este diálogo es
cambiar la dinámica de la película para convertirla en otra (que veíamos venir
de lejos). Una mil (millones) de veces vista. Pero ya no solo es que se adentre
en ese sendero tan poco inspirado, es que lo hace de forma tan endiabladamente
tosca y pueril que casi parece una obra de teatro infantil con dos niños
contándose el argumento de otra película. A partir de aquí la locura. Todo lo que
nos habían contado en la película se trastoca, se desdice, ya no vale o
directamente se olvida en pos de un espectáculo mareante (que intuimos entre
bamboleos de cámara y luces estroboscópicas) y la búsqueda a toda costa de un
clímax emocionante que nunca llega. Los planes de los buenos son tontos. Los
planes de los malos son aún más tontos. La confrontación no podía ser sino un delirio
vergonzante que ponen un tópico, esperado y horrorosamente ejecutado punto
final que nos hacen plantearnos si alguien había leído el guión antes de
empezar a rodar.
Al final ¿qué
nos queda? Una Jodie Foster lamentable con un papel ridículo del que poco puede
rascar por mucho esfuerzo que le pusiera, que no se lo pone. Un Sharlto Copley
jugando a ser el Lundreg de Johnny Mnemonic, el terrible y malvado villano que
habría brillado en alguna honesta serie B pero que aquí es otro elemento que
hace zozobrar la película. Un guión que hace agua por todas partes. Una fotografía
ridículamente mareante. Una banda sonora (otra más) que juega a plagiar
descaradamente al Batman de Zimmer de forma machacona e insistente. Un diseño artístico
impactante construido a base de instantáneas de otras películas y de muchos
videojuegos de éxito pero alterados lo justo para resultar peores (y es que el
diseño del propio Elysium, tan impactante en un primer vistazo, se queda en
nada cuando ves que ese hábitat espacial de alta no, altísima tecnología se ha
urbanizado al más puro estilo Marina D’or, Órbita de vacaciones). Y, como
siempre en estos casos, unos efectos especiales asombrosos al servicio de la
nada más absoluta. Elysium no sabe a
dónde va ni qué película quiere ser y al final lo único que consigue es tomar
al espectador por tonto.
Nota final: 4 mattdamons sobre 10
Señor Menor, le confieso que he llegado a su blog arrastrado por el enganche malsano que tengo con el podcast en el que usted colabora. Solo quiero comentarle que hacen ustedes un trabajo extraordinariamente cojonudo y que me parto el orcate con los sus comentarios.
ResponderEliminar"4 Mattdamons sobre 10" JAJAJA! Soberbio!
Sin otro particular, le saluda:
Miguel Ángel González.
Muchísimas gracias tanto por el feedback como por ese enganche malsano que nos da mucha vidilla. Espero leerle mucho por aquí. Y atento que el 22 de agosto grabamos nuevo programa cargadito de reseñas. Un saludo!
ResponderEliminar0% de acuerdo con la critica. Elysium es una gran pelicula. No solo entretenida, sino que toca un tema politico y social bastante interesante, y comparable con el Capitalismo actual.
ResponderEliminarHemos visto pelis diferentes.