300 EL ORIGEN DE UN IMPERIO: VIENTOS DE VENGANZA

   Los 300 de Zack Snyder supusieron un hito cinematográfico y un fenómeno de masas. Los espartanos golpearon fuerte en el imaginario popular y se ganaron su lugar en el corazón de los espectadores. Su cruda violencia, sus ya célebres ralentizaciones y una adaptación hiper literal del comic en el que se basa se convirtieron por derecho propio en una nueva forma de hacer cine que no tardó en copiarse y explotarse hasta la saciedad. Debido al éxito de la película rápidamente comenzaron los rumores de una secuela, era un negocio demasiado bueno como para dejarlo pasar y la maquinaria se puso en marcha a trompicones. Snyder estaba interesado en otros proyectos, los protagonistas lo tenían difícil para repetir y Frank Miller prometía que si esperaban alumbraría un nuevo comic que adaptar. Ahora, ocho años después de la batalla de las Termópilas, espartanos y atenienses deben enfrentarse de nuevo con las fuerzas de Xerxes. ¿Ha merecido la pena la espera?

   300 El Origen de un Imperio no resulta ni la precuela ni la secuela de la que muchos hablaban. La cinta se desarrolla paralelamente a los hechos de la primera película (lo que permite cameos continuos de los personajes de la cinta anteior). Mientras los espartanos de Leonidas plantan cara a los persas, el ateniense Temistocles (Sullivan Stapleton) se afana en lograr la unión de todos los griegos para conseguir derrotar a las fuerzas invasoras que amenazan la libertad de Grecia. Será él quien cargue con el peso de esta nueva historia y quien tendrá que enfrentarse a golpe de sangre, sudor y espada a la peligrosa Artemisia, mano derecha de Xerxes, comandante de su flota, una inconmensurable Eva Green que pondrá las cosas realmente difícil a nuestros guerreros.

   Muchas dudas puede despertar esta nueva entrega. Su antecesora basó su éxito en una estética innovadora e impactante y ese factor sorprendente lógicamente se pierde. Sin embargo desde el comienzo de la lista quedan claras las intenciones del director. Por un lado repetirá el esquema narrativo de la primera cinta, con abundancia de poéticas narraciones en off, escalada de enfrentamientos y épicos discursos antes de cada sangrienta batalla. Por otro lado, sabiendo que el impacto visual que género la primera no puede repetirse opta por el más difícil todavía. El debutante Noam Murro consigue convertir la pantalla en un espectacular lienzo donde plasma sus explosivas y preciosistas imágenes, cada una más grande, más delirante y espectacular que la anterior. Desde los momentos más épicos a los más sangrientos, desde los monólogos trágicos a los pasajes más íntimos nuestros ojos asistirán atónitos a unas bellísimas composiciones visuales, imágenes para el recuerdo que al ritmo de los tambores de batalla acompañan al espectador durante todo el visionado, en un continuo tour de force visual que nos entrega algunas de las secuencias más espectaculares que hemos visto nunca en una pantalla de cine. Y lo hace de una manera que últimamente estamos acostumbrados a presenciar en el mundo de los videojuegos: llevándose la acción al mar. Contra los combates terrestres de los espartanos, los atenienses pondrán a prueba su valor en grandiosas batallas navales, salvajes abordajes incluidos, contra enormes naves en un mar embravecido. Este nuevo marco aporta muchos de los hallazgos visuales de esta nueva entrada en la saga.

   Esta nueva 300 consigue mantener el tipo frente a la original y eso es mucho decir. Su apabullante concepción artística, su banda sonora, sus recios héroes, sus perversos villanos y su descarnada violencia hacen de esta nueva película un imprescindible para fans del original y para todo aquel que libre de prejuicios desee de nuevo cargar con el escudo, lanza en ristre, contra los enemigos de la Grecia libre, contra los enemigos del cine de aventuras y entretenimiento. 300 El origen de un Imperio es un canto a la belleza de lo grandioso y lo grotesco, al montaje desatado, a la épica y a la acción. A la sangre, el sexo, la guerra y el acero. 

8'5 ¡Ah-Uh !sobre 10