Joss
Whedon llegó a Marvel para encargarse de su mastodóndica estrella, Los Vengadores, y significó un antes y
un después. La industria cinematográfica comprendió los beneficios de poner en manos de fans sus proyectos más
ambiciosos, de encargarlos a gente que comprendiera el material original, los
personajes y los aficionados a los que contentar. Y Whedon lo hizo. Arrancó
aplausos de la crítica internacional, consiguió vítores en las plateas de medio
mundo y reventó las taquillas. Marvel Studios alcanzaba la cima del cine de
superhéroes. Mientras tanto en la casa del vecino los muchachos de Warner/DC tomaban
buena nota de la exitosa jugada de sus rivales. Y después tiraban esas notas a
la basura.
Y
es que éste Man of Steel es la obra
de un grupo de artistas adaptando un personaje que odian, unos artistas que no conciben un mundo sin superheroes oscuros y trágicos. Muchos chistes y
bromas corrieron por internet cuando se anunció que Christopher Nolan sería el encargado de resucitar a Superman para el cine, que si un Superman oscuro, que
si un Superman aburrido. Quién iba a pensar que todas y cada una de las más
terribles sospechas se iban a confirmar. El Hombre de Acero es un collage de
escenas ruidosas y mareantes montados de cualquier manera en una desesperada
huida del esquema (perfecto) que Richard Donner inventara para el cine de
superhéroes allá en el 78 y que tan vivo se mantiene hoy día. Muchos directores
como Raimi o Favreau han probado que la fórmula sigue siendo efectiva. Sin
embargo Snyder prefiere evitar las comparaciones con Donner pero nunca para
resultar original sino para fotocopiar (de mala manera) el esquema no lineal de
Batman Begins de su valedor Christopher Nolan. Y esto se traduce en narración
fragmentada a base de flashbacks intercalados en mitad de una acción que no va
a ninguna parte. Al menos, pensaréis, podremos disfrutar de las estilizadas
escenas de acción a las que nos tiene acostumbrados Snyder. Craso error quién
piense que va a reconocer el estilo del director en algún fotograma. Para la
ocasión ha decidido echarse la cámara al hombro y jugar al director-auteur
mareándonos durante dos horas y media larguísimas haciendo primeros planos y
zooms gratuitos mientras el operador de cámara sufre un terrible ataque de
parkinson. ¿Recordáis el apabullante clímax de Los Vengadores donde los héroes
mostraban sus poderosos dones y el espectador no sé perdía nada (bendito trípode)?
Pues tras el visionado de El Hombre de Acero lo único que te quedará será un
dolor de cabeza importante y el vago recuerdo de haber visto un borrón
estrellarse contra algo que parecía hormigón. Poco más.
Cómo
película, pues, la cinta no vale gran cosa, la estructura narrativa es caótica
cuanto menos, el guion es poco más que cuatro clichés de blockbuster genérico
unidos de cualquier manera, los personajes entran y salen de la narración
aleatoriamente y sin ninguna aportación significante y al final,
lamentablemente, todo se reduce a un querer hacernos vibrar con un clímax que
ya hemos presenciado en películas como Transformers 3, Star Trek o los propios
Vengadores pero muchísimo peor rodado y sin una pizca de inspiración. Y es que
cuando los personajes importan tan poco y los enfrentamientos se suceden como
productos en una cadena de montaje, monótonos, rutinarios y sin chispa, al
final le falta algo a lo que el director aspira y que jamás alcanza: épica.
Ya
decimos que como película poco tiene que aportar pero, diablos, es Superman,
algo tendrá para los fans del personaje al menos. Nada. Empecé esta crítica
afirmando que este hombre de acero lo han llevado a cabo artistas que no aman
al personaje y es justo que tratemos el tema. Cuenta Snyder que a él no le
gusta nada Superman pero cuando vió lo que Nolan quería hacer entonces le
interesó, yo estoy seguro de eso. Empezaremos por lo obvio, el título. Se llama
El Hombre de Acero y no Superman por un motivo, porque esto no es Superman, ni
parecido. Y ya no hablamos de que en la película no haya kryptonita, Lex Luthor, Jimmy Olsen y ni siquiera un solo momento donde se abra la camisa para ponerse el traje. La ausencia que más se nota es la de la esencia de los
personajes, el retrato de estas caricaturas caprichosas que en nada recuerdan a
sus homónimos en papel. Lois Lane deja de ser la pizpireta e incisiva
periodista de investigación para convertirse en una chica que sale en cada
plano a ponerle ojitos a Superman o simplemente estar en escena para que el
personaje de turno tenga alguien con quien hablar. Jonathan Kent se convierte
en una suerte de ridículo tío Ben que está en la cinta más para traumatizar que
para aleccionar a Clark, curioso que su momento más brillante no solo lo
hayamos visto ya en los trailers sino que encima es un monólogo prácticamente
calcado de la versión del 78. Y así con todos hasta llegar a la joya, Clark
Kent, Superman, el hombre de acero, el tipo que nos hizo creer que un hombre
podía bostezar. Porque esta encarnación de Clark tan solo aparece en momentos
donde algo se destruye (algo demasiado habitual en la cinta). No tiene ningún
tipo de recorrido emocional ni desarrollo de personaje, algo que comparte con
el resto de invitados que comparten pantalla con él. Todo sucede porque sí, de
forma atropellada, sin pararse a nada que impida que la cinta salte de una
escena de acción borrosa a la siguiente. Y si Clark tiene poca cancha, Superman
ni aparece. No me malentendáis, Cavill está en pantalla con el traje casi todo
el tiempo, volando y destruyendo cosas. Pero ese es el problema, Superman no
resuelve nada ni protege a nadie, está más cerca de un descerebrado Hulk que
del héroe que debe ser la luz que guie a la humanidad. Este Superman es una
fuerza sin control que no duda en enfrentarse a sus enemigos arrasando ciudades
sin importarle los ciudadanos que mueran aplastados bajo los escombros de su
victoria. Es una película de Superman en la que el héroe no salva a nadie. Hace
años muchos críos de mi generación vibramos con Superman evitando el famoso
accidente de helicóptero. En esta ocasión cientos de helicópteros se precipitan
al vacío mientras Supes está más pendiente de destruir el siguiente rascacielos
de cgi. Tan poco Superman es que cuando toca que nos regalen la majestuosa
escena de su primer vuelo optan por destrozarla intentando meter un humor que
se nota forzado al más puro estilo El
Gran Héroe Americano. Tenemos pues a un Superman taciturno, serio, con
mucha angustia vital y un traje muy oscuro. Superman no es Batman. Superman es
la luz, es la inspiración, es la esperanza. Superman son los valores más
básicos del ser humano, una meta a alcanzar, un sueño que cumplir. En El Hombre de Acero, Superman (ridícula
la escena donde le ponen nombre, por cierto) es tan solo un justiciero hipervitaminado
sin el suficiente talante moral para dar lecciones a nadie. Incluso el Batman
nolaniano (naniano) inspiraba unos valores más altos que este penúltimo hijo de
Krypton. Tan desdibujado está el personaje y tanto se nota el poquisimo cariño que tienen por él productores, guionista y director que el final de la película dejará a los más puristas (y no tan puristas) tirándose de los pelos. Pero seamos justo, no todo es malo, el diseño de este nuevo Krypton resulta atractivo y convincente, el bueno de Zimmer convence con una bso que acompaña perfectamente
la acción y tiene algún momento que se intuye espectacular (si dejeran la cámara quieta) cuando se dejan de drama angustioso de superhéroes y tiran un poco más de viñetas. Poco más.
En
resumen, El Hombre de Acero está
lejos de ser el triunfante regreso del superhéroe que tantos esperábamos. Es
una película arrítmica, embarullada, mal rodada, peor montada y muy muy poquito
inspirada. Las licencias con el personaje son vergonzantes, el tono es serio
hasta caer en el ridículo, la acción es borrosa y cansina e incluso los carísimos efectos especiales nos entregan momentos de vuelo que nos hacen añorar las viejas cromas de Reeve (vergonzoso el efecto del vuelo sobre Africa). Con un director
diluido en el “engranaje Nolan”, un esquema narrativo absurdo y unos personajes
nada desarrollados Man of Steel no
solo se convierte en una gran decepción para los aficionado sino en una mala
elección para gastarse los muchos euros que cuesta hoy día una entrada de cine.
Lamento y mucho tu crítica, ya que creo que tienes muy buen criterio aunque no parece que hayamos visto la misma película, me da la impresión de que te has dejado influir por todas esas críticas que purulan por la red, no me digas ahora que el guión de los vengadores es mucho mejor (lamentable) y que la gracieta del puñetazo de hulk a thor salva la película..... La película es un espectáculo visual sin precedentes, no te da ni un respiro y tiene el ritmo perfecto,a partír de ahora ya no puedo volver a ver ninguna película de spiderman o otro superheroe sin bostezar, yo no he visto ese montaje tan malo, que quieres un primer plano bajando de la nave al barco pesquero?, con los flashback se arregla todo y si, Superman no solo salva a varias personas en Smallville si no que salva a toda la humanidad, te parece poco?, ese "realismo" del que hablan se nota precisamente, en que no puede salvar a todo el mundo, que la amenaza es demasiado grande como para "salvar" a todo el mundo, bastante tiene con aguantar de pié, se nota cuando golpea a Zod por atacar a su madre y en ese final en el que no habían dejado otra salida, a mi me ha parecido magnífica tal vez en otro visionado mejore tu opinión y la mía empeore.... un saludo.
ResponderEliminarCreeme que, al.contrario, iba predispuesto a disfrutarla y callar las bocas de las criticas negativas pero no pudo ser. La película te puede gustar o no pero eso no borra los terribles problemas que tiene como película en general y como adaptación de Superman en concreto. Sin ir más lejos dos de los momentos más wtf de la película, el del final y el dd cierto flashback, son situaciones facilmente resueltas de al menos 20 maneras distinas y mejores a como se muestra en la película. La fragmentación de los flashbacks no ayuda a empatizar con el joven Clark y la pena que podamos sentir viene dada por la historia que ya sabemos del personaje. Y el "espectaculo sin precedentes" del final precisamente lo que tienen son muchos, demasiados, precedentes. La acumulación no es el mejor camino a la épica. Las relaciones son impostadas, los combates carecen de logica y la actuación de Superman durante la acción reputo que está más proxima a Hulk que a Supes. En cjakquier comic.o pelicula el heroe encuentra la forma de llevar el superrcomate lejos de los civiles. Aquí ni lo intenta. Y el final..en fin, el proximo martes en el podcast Apocalipsis Friki analizaremos quien tomó esa demente decisión y por qué (y ya adelanto que la excusa es nefasta) A ver si mañana Monstruos University me quita el mal sabor de boca y nos da ocasión de reconciliarnos ;)
ResponderEliminarSi te fijas, este Jonathan Kent, es muy diferente, con ese miedo a la reacción de la gente que hace que sea demasiado sobreprotector, tan solo mira la escena de ¿Entonces que debería haber echo, dejarles morir?, estos Kent son diferentes, son buena gente, pero "no tanto",es decir, este Clark no es tan "boy scout"(odio el termino) y no ha logrado empatizar tanto con los humanos y para mi, te digo que frente a tanto kryptoniano superpoderoso, bastante hace con plantarles cara y mantenerse en pie, no hay tiempo para nada más. Yo iré a ver monstruos con mi hijo (3 añitos), que con la ilusión que tenía de llevarlo a ver Man of Steel (como mi padre hizo con la peli de donner), y entre las ostias como panes, el ensañamiento de clark con zod en la escena de la gasolinera y el final...... pues va a ser que no lo puedo llevar, aún así difruté como un enano, dicen que el 1er montaje fué de 3 horas, a ver si rellena algún hueco y la mejora, aunque ya te digo que yo agradecí ese montaje tan agil, supongo que todas las críticas a los reboots también han influido ya que se hace muy pesado el tener que presentar al personaje, y a mi se me hizo muy ameno, a ver que tal monstruos!, oye, y grácias por el podcast que me hace muy ameno el curro, en el que actualmente estoy bastante puteado, me he apuntado al grupo de facebook, soy Sergio Leganés, ya nos veremos por allí
ResponderEliminarHola, Miguel Ángel. No te voy a volver a contar el mal cuerpo que me dejó la p*** película porque ya dije bastante en los comentarios de IVOOX. Sólo felicitarte por tu estupenda crítica, y, créeme, no lo digo sólo porque tu opinión calque, casi milimétricamente, mis propias impresiones.
ResponderEliminarTan sólo añadir la amargura que me produce que haya tanta gente, sobre todo chavales, dispuestos a defender este tipo de cine desalmado y clónico por la triste y sencilla razón de que es la clase de basura con las que han sido educados y ya no saben distinguir lo bueno de lo mediocre. Mal andamos si la gente puede defender una película porque es "espectacular" sin importarle una mierda todo lo demás. Habría que ver lo que opinaría alguien dispuesto a calificar esto de "obra maestra" de Blade Runner o 2001. Miedo me da.
Un abrazo. Os escucho.
Gracias por vuestros comentarios. Este fin de semana habrá nueva actualización del blog, no digo pistas pero va a ser una critica..monstruosa XD
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo con el título de tu crítica.
ResponderEliminarTras el anuncio de que la secuela de Man of Steel será una película de Superman y Batman, quería compartir una pequeña reflexión.
Las historias de Superman y Batman siempre han explotado el contraste entre ambos héroes, entre la luz y la oscuridad, el campeón y el vigilante, los superpoderes y el ingenio humano.
Con la versión actual de Superman, tan oscuro y atormentado, la única forma de que haya algún contraste es recuperar la versión más ligera y luminosa del cruzado enmascarado: Holy bananas Batman!
Os dejo el link de un post en la que desarrollo esta idea:
http://justafriendfromanotherstar.blogspot.com.es/
Gran artículo, aunque con todas las reflexiones interesantes que haces me quedo con el chiste que me ha hecho mucha gracia "Superman & Batman: let's go snap some necks" jejejeje.
EliminarLa verdad es que tienen muchas incognitas que desvelar de aquí al estreno. Por el momento parece que lo único claro es que habrá Lex Luthor y habrá un Batman más viejuno (hablan de Josh Brolin o Jeffrey Dean Morgan). Veremos pero una cosa está clara, poco contraste va a haber a no ser que Superman haya cambiado radicalmente tras su primera experiencia superheróica.